El reloj de Supercines marca 9:50 y realmente me sorprendo de que sea la hora real, juraba que ese reloj jamás estaba en hora. La 9 de octubre en viernes por la noche siempre esta llena de imagenes diferentes, vidas diferentes, destinos y origenes diferentes pero este día las cosas están especialmente distintas. Como era de esperarse hay el triple de personas de lo que normalmente hay así que camino rápido, cuido mi bolso y me revuelvo en la marea de gente que decidió caminar por el mismo lugar que yo y cuando digo el mismo lugar no hablo solo de la calle sino de la cuadra, la vereda e incluso el mismo adoquin que piso yo, unos cuantos empujones con desconocidos, un par que me dice al oído "mamacita", la que tuvo la brillante idea de sacar a su bebé a esa hora con todo y coche, y así, trato de sortear los pocos espacios vacíos de la calle y avanzo.
Es bonito ver a mi Guayaquil de fiesta, afuera del Banco Central hay un tumulto de gente viendo el teatro en la calle,está la señora que saco a su niña con el traje celeste y blanco, los gringos que no saben exactamente que se celebra y los serranos que estan peor que los gringos...Si, definitivamente es lindo y lo más interesante ver como la gente le saca el jugo a las fechas, Frágola abierto hasta las 11 y media de la noche (helado de menta hasta tarde!! yeeah! ), Pizza Hut, Burger King, el chifa, arroz con menestra, el huequito de las empanadas, el señor de las humitas, todos hasta la hora que sea, hasta cuando a la gente se le de la gana de irse a casa y algunos incluso después de eso, y no solo lo que tenga que ver con comida, están los casinos, farmacias, el local de las blusas por 1 dólar, el que vende burbujitas, las manzanas acarameladas, el cine, el que vende dvds piratas a lado del cine, en fin, el comercio en estas fechas se da muy bien.
Mi destino ahora es la av. Quito para tomar un bus e irme a casa, me siento algo decepcionada, tenía más expectativas para ésta noche, bueno ya que... igual para ese entonces la noche habia tenido algo de emoción. Un par de cuadras antes estaba en Boyacá y se me ocurrió cruzar la calle cuando ya el semáforo cambia a verde y para mi desgracia me quedo en el carril de la metrovía, me asusto, observo todo, calle, metrovia, vereda, metrovía, la señora que me grita "niiiiiiiiiña!!", metrovia, metrovia, metroviaaaaaaaaaaaaaaaaa!! un auto frena y yo corro a la vereda... chao metrovía... casi... una vez mas la muerte se quedo con las ganas.
Perfecto, me salvo de morir y sigo caminando... hablando de salvarse de morir, la 9 de octubre es mucho de eso, mucho de vida y muerte, en el andar vi unos cuantos que ponen sus puestitos en la calle para sobrevivir y unos pasos más adelante los robaburros caminando hacia ellos para matar sus esperanzas... vi una familia entera que usa la calle como lugar para vivir mientras uno de los hijos esta muriendo a saber de que enfermedad... y pues no pude evitar ver a la señora con su hijo en camilla que tambien aprovecho las fiestas para sacarlo cerca de la iglesia e intentar obtener algo de dinero a costa de la pena de los transeúntes, hay que aprovechar, quizás sean sus ultimas fiestas...
Muy bien llega la hora de cruzar el parque Centenario, casi lo hago corriendo, me suena el celular pero me hago la loca, sigo corriendo y salgo, veo la Casa de la Cultura y mi subconsciente me hace sentir tranquila, ahora si solo resta tomar el bus e ir a casa...
Bien , no estuvo tan mal, al menos puede darme cuenta como es esta onda de las festividades, ahora sé que las fiestas son diferentes en cada quien, unos las viven, otros las usan para vivir, unos las celebran, otros ni siquiera la toman en cuenta, unos salen al Malecón y otros van a Quito en las fiestas de Guayaquil, hay de todo, pero que le va a hacer, es mi ciudad, soy de aquí y amo ser guayaquileña! y aunque la noche haya terminado con un tinte de delincuencia en alguien que quiero, que más da... Soy de la república de Guayaquil, y qué?
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