sábado, 12 de junio de 2010

Por volverme a enamorar.








Yo solía caminar por el tejado, amaba más el de la casa de tres pisos, esa amarilla que no tenía perros en el patio.. subía a donde estaba le cisterna y sentía el viento en mi cara... hasta mis bigotes se movían en las noches de octubre por la gran corriente de aire que había allí, y era feliz, con el viento , la luna y yo. Aunque maullara toda la noche nadie podía callarme, estaba en lo más alto que hay por aquí y con esto de las supersticiones era mejor que me mantenga lejos, me hartaba de oír a la gente hablar de lo que puede pasar si un gato negro esta cerca. Y pues la verdad no me quejo, estando solo no me iba tan mal... encontraba una rana, un ratoncillo o los restos de basura, no soy muy exigente... comía y subía de nuevo a lo más alto y listo, a seguir admirando mi pequeño mundo, adoro sentir que tengo todo a mis pies. Pero todo es diferente desde el día en que apareció... 

Lo primero que demostró es que no esta mal compartir el cielo con alguien.. llegó maullando una canción de soda stereo que realmente me dejo anonadado.. pensé que solo yo disfrutaba de aquel divino placer que los humanos llaman música... solo le oí y sentí que todo desaparecía... pero volví en mí, asustado, en verdad no me animaba fijarme en alguien así, hace poco una linda gata de sentimientos muy nobles me había roto el corazón así que estaba decidido a cuidarme, total eso fue mi culpa, sé bien que las gatas no prometen nada, que brindan su cariño hasta cuando ellas decidan y si se van, no vuelven,  pero así fue... aunque me cautivó solo le deje pasar... Pero ella también se había fijado en mí y al parecer en sus planes no estaba dejarme pasar.. una vez inclusive subió a mi lugar favorito en el mundo y se acostó junto a mi, yo no imagine jamás algo así pero se sentía tan bien que la deje estar ahí, conmigo, y recuerdo que ese día el viento me arrulló mejor que otras noches... fui feliz.

Ya desde ahí no puede dejar de tenerle cerca y  empecé a dejar de ser tan aislado, me sentía bien en bajar de mi mundo en las alturas solo si ella estaba ahí. Y debo reconocer que en verdad su llegada fue mágica y hasta me olvidé de que soy un gato negro lleno de ambigüedades  por que vi que puedo llenar de felicidad los ojos de alguien tan solo con escuchar todo lo que un felino lleva dentro... Y pues así esta todo, incluso mucho mejor porque casi que me devolvió las ganas de amar...creo que todo va bien. Hoy en la tarde mientras se acurrucó junto a mi le prometí que le haría feliz, y en verdad quiero hacer eso, pienso que se merece todo, mas de lo que en mi humilde estado de gato sin rumbo le puedo dar...

Debo admitir que tengo miedo, es que las cosas tan mágicas suelen escabullirse entre los dedos y más aún con aquellos felinos que tienes espíritu de libertad, pero confió en que hago las cosas según lo que dicta mi corazón, y si no esta por siempre pues ya... aún me queda el viento y la luna y podré seguir aquí, sobre el tejado del tercer piso, hasta que sienta que las heridas se han sanado lo suficiente como para volverme a enamorar...    

2 comentarios:

  1. Hola yoya, mucho gusto en conocerte y en poder leerte. Ante todo, muchas felicidades por tu blog, lo he estado ojeando y me gusta lo que escribes, lo que expresas, lo que sueñas.

    Te agradezco tu visita y comentario en mi blog, que por supuesto es también tu blog. En Emcharos 2002, siéntete como en tu casa.

    Volver a enamorarse... Bonito, ¿verdad? Te deseo mucha suerte en el amor y en la felicidad. Que ambas vayan junto a ti por el camino de la vida cogidas de la mano y no se suelten nunca. Yo también espero coger ese bello camino. Estoy en ello. Estoy en camino.

    Un cordial saludo desde España, yoya.

    Emcharos

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  2. Hey Gracias!!!! :)

    Esta tambien es tu casa...

    Yoya

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